lunes, 5 de junio de 2023

En el ocaso de la eternidad

En el ocaso de la eternidad, en penumbra yermo,

el hombre se desvanece, en su ser desolado,

sin horizontes ni torres, solo el mar hirviente,

un extraño en los sueños, en lo caótico sumergido.

 

En el augurio incierto de un tiempo desvivido,

el hombre rendido se pierde en su deriva,

en la playa ausente, sueños perdidos,

y el mar embravecido suspira su despedida.

 

En el crepúsculo envilecido y carismático,

la sombra del ayer envuelve su alma desvanecida,

la nostalgia se enrosca, susurro contenido,

y entre versos desleídos, su voz languidece.

 

Misterio y melancolía, el poema se deshace,

en palabras evocadoras, ecos resquebrajados,

un reflejo en la neblina de un pasado que no encaje,

donde la rima se pierde, en versos olvidados...



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