lunes, 27 de agosto de 2007

RECOMENDACIONES PARA DESENAMORARSE

A continuación, algunas recomendaciones para desenamorarse de una mujer: No la mires más de tres segundos seguidos a los ojos. Se te va a nublar todo lo que está alrededor y eso hará que se incremente tu amor. Es mejor que Ella esté convencida de que eres Hipócrita, a que piense que la sigues amando. No escuches canciones que generen recuerdos relativos a Ella. Menos cuando estás solo, o manejando. Lee bastante, de preferencia temas que exijan bastante concentración. Por ejemplo: Geometría Fractal aplicada a la Astrofísica, Mecánica Cuántica y Agujeros Negros, Economía Negatoentrópica, etc. El trabajo es tu terapia. Debes quedarte horas y horas planificando y desarrollando tus tareas, y cuando llegues a tu casa, sigue diseñando modelos para resolver problemas de la empresa donde laboras. Piensa en lo bien que superaste la tristeza de perder a tus primeros amores (se puede olvidar con el tiempo, no?) Si no estás leyendo, mantén tu mente preocupada en algo como la extinción de algunas especies, o en la muerte térmica del Universo, o en los efectos de la globalización. Olvida las veces en que creíste que “algo” podía pasar. No te tortures, jamás pudo pasar. Cuando se te acerque por algún motivo, no respires, podrías aspirar sus feromonas y enamorarte más todavía. Si puedes, contágiate de alguien la gripe, de este modo podrás respirar sin olerla…. Cuando escuches su voz, trata de darte cuenta que no es música, es simplemente un sonido que el aire expelido de sus pulmones genera al salir de la laringe, haciendo que vibren sus cuerdas vocales. Disimula constantemente tu cariño, muéstrate “normal”. Conversa con otras chicas, no necesariamente delante de Ella, recuerda que no se trata de “darle celos”, sino, simplemente de que te olvides de Ella….. Averigua dónde puedes conseguir esas pastillas para desenamorarse, y compra una caja de las de 500 mg (si son de las efervescentes, mejor), y tomas dos antes de cada comida. Destrózate los tímpanos y sácate los ojos (incluyendo los lacrimales). Extírpate el corazón!! Córtate las manos, aunque no los pies (para que puedas huir) …. Y si todavía la sigues amando…..¡alégrate!…. ¡Aún puedes morir!…..

martes, 14 de agosto de 2007

La Nada

De niño, pensaba mucho en Dios, y me lo cuestionaba. Me parecía injusto que TODO existiera por arte de su capricho. ¿Y si no se le hubiera ocurrido hacer al Universo?....obviamente no existiría nada. Pero ¿quién sería testigo de la NADA?..... Hacía un ejercicio que me extasiaba: me ponía a alucinar la NADA… ¡qué sola!...¡qué silenciosa!.... ¡qué oscura!.... ¡qué nada!..... y me entraba una sensación de vacío que me hacía desmayar…. pero tenía el cuidado de estar siempre al lado del diván rojo de la sala, que mi padre había diseñado y construido para guardar herramientas en forma disimulada…. Nadie nunca se dio cuenta de mis elucubraciones estúpidas de niño. Mi madre pensaba que estaba cansado de tanto jugar, pero no se daba cuenta que lo que me hacía desmayar era la NADA…. Mi abuelita creo que se daba algo de cuenta, porque la escuchaba decir que yo no tenía NADA.

Me daba miedo pensar que nada sostenía a los planetas y a las estrellas…. Y sentía que la Tierra era una nave avanzando por el espacio, sin nadie quien la dirigiera (no había leído “Historia del tiempo” de Stephen Hawking….. aunque años más tarde, después que la leí, quedé más confundido todavía), y que en algún momento chocaría inminentemente…..¡Me daba escalofríos!

Recuerdo que me inventaba universos en el baño. Cuando me bañaba, veía cómo se formaban gotitas de agua en las paredes…. Y brillaban…. Y me preguntaba si todas las estrellas no serían más que gotitas de agua… que al final se secarían….Tenía una idea entrópica del Universo (años después me confundió más Lyndon Larouche… con su visión negatoentrópica del Universo)…. Divagaba y divagaba, hasta que mi madre me decía: Ya Beto, sal del baño…..

Realmente sentía la soledad de la Humanidad en el cosmos…… y hasta ahora no he encontrado a alguna extraterrestre que me haga pensar diferente…..

jueves, 9 de agosto de 2007

En la “9”


Esto sucedió hace más de 20 años….

Salí de mi casa con destino a la UNI con la intención de sacarme no menos de 15 en el examen final de Matemáticas IV (Había devorado 11 folletos, 3 libros y mi cuaderno, toda la madrugada, solo). No esperé mucho en el paradero. Llegó la “9” medio vacía. Subí y me senté al lado de la puerta trasera, pagué mi medio pasaje con un billete, y en venganza el cobrador me dio el vuelto con puro sencillo, y calladito le saqué a su progenitora mientras guardaba el vuelto en todos mis bolsillos y botaba un poco por la ventana disimuladamente. Perdió perfección el planchado metafísico de mi pantalón……. Por el “Hogar de la Madre”, sube una señora con su niño en brazos y se coloca astutamente a mi lado, y no me quedó otra alternativa que cederle mi asiento (nadie me aplaudió). Avancé un poco. La “9” ya estaba casi llena y empecé a sentir más calor así que abrí una ventana y en el acto la cierra una agresiva señora “costipada” para no despeinarse…… Al cabo de cinco minutos, en audaz actitud, vuelvo a abrir la ventana, y por esas cosas del destino un globo con agua penetra escandalosamente al ómnibus empapando completamente a la costipada. Me dieron ganas de llorar, pero reí…… Para no aburrirme (en realidad para jamonearme) me pongo a repasar un folleto con el logotipo de la UNI. Herí a varios de la “Garcilazo” y de otros nidos de educación “superior”. De vez en cuando cambiaba de posición para que todos los que viajaban se enterasen que yo estudiaba en la UNI, tratando de poner una cara tremenda de científico….

Algo sucedió en ese instante. A través de la ventana ví a una chiquilla de unos 17 años (que por el aire jaranero que mostraba, deduje que estudiaba en una de esas academias engañamuchachos de la avenida Wilson) dispuesta a subir a mi ómnibus. Comencé a rezarle a todos los Santos que recordaba para que esa costilla llegue a colocarse a mi lado. Asolapadamente me acomodé los rulos y el cuello de mi camisa y desparramé el antiestético sencillo de mis bolsillos……. Arrancó la “9”.

Nerviosamente dirigí la mirada hacia la derecha y ¡Aleluya! Estaba Ella, como ansiaba, a mi ladito (A veces Dios existe….).

Me hice el desinteresado, mas el estrepitoso pum pum de mi bobo, me delataba. Dispuesto a observarla en toda su magnitud, respiré profundo (disimulando ágilmente un suspiro haciéndolo parecer bostezo) y detuve largamente mi mirada en sus ojos (negros, muy negros…..). Al principio mi cara empezó a temblar, después me adormecí, me embelesé: ¡Ella me miraba!. Quise corregir mi cara de tarado de ese momento (ese- nada más) pero no pude…. De pronto da una brusca frenada el ómnibus (que agradecí) y nuestros cuerpos se pegaron (y bajo mi fólder para ocultar algo). No dándole importancia al suceso Ella me pide disculpas en voz baja, yo le dije entre dientes que era un placer….. Pasando “Javier Prado”, la “9” estaba completamente llena (lo que en otras circunstancias era molesto, en ésta, era agradable). Ella seguía a mi lado y yo de vez en cuando inventaba frenadas bruscas (pero no me atrevía a decirle algo … sólo esperaba otro milagro). Creo que Ella ya se había dado cuenta y quiso apresurar la cuestión rozando sus manos con las mías en el pasamanos del asiento. Me quedé estupefacto….. Volví a contemplarla, a pesar que dos señoras se estaban ganado el pase….. Hasta que me desembelesé cuando ví que un señor con maletín hacía lo imposible por acariciar algunas zonas erógenas de mi amada, mas como Ella no decía nada, mi hígado estaba a punto de estallar. Comenzó mi lucha despiadada contra aquel mañoso señor del maletín….. puse mi brazo en toda su cara y pisé su lustrado zapato negro izquierdo, pero nada; entonces lo empujé con mi hombro, y el vivazo “se cayó” sobre mi amada en una rara curva que se inventó haciendo caso omiso a las leyes de la gravitación. Lo miré con una caraza y le mandé las lisuras más fuertes de mi repertorio lingüístico telepáticamente y creo que me las devolvió ya que mi oído izquierdo me empezó a arder. Faltaba una cuadra para llegar a “28 de Julio”, en donde tenía que bajarme para tomar allí la “73”, pero tenía tantas cosas que resolver en el ómnibus, que continué en él.

Para disimular mis celos miré qué hora era, me rasqué la nariz, me saqué cuatro conejos en cada mano, acomodé mis cuadernos, me metí la camisa en el pantalón, silbé, tosí, estornudé, bostecé, volví a ver la hora, insistí en sacarme más conejos (inútil), hice con mi boleto una “V”, gorrié dos artículos de “El Comercio” a un empleado público, me saqué la camisa del pantalón, cambié de mano a mis cuadernos……

Ya en “Paseo Colón”, Ella me pregunta la hora y sin ver mi reloj le dije que eran las cuatro; el señor mañoso del maletín me rectifica: son las tres y cincuentaidos (casi le mando un puñete en el hocico).

Se desocupa el asiento que estaba a mi lado, así que gentilmente le indiqué con la cabeza a mi amada para que se siente, pero me dijo que ya se iba a bajar, entonces se lo cedí al señor mañoso y me contestó lo mismo, entonces me senté yo.

En “Lampa” bajó el enfermo. Ella (que no era tan bonita, pero tenía un no sé qué….) se acerca a mí (¿casual o premeditadamente? ¡torturante duda!) y me puse birolo cuando sentí sus tibias piernas. Me vuelve a preguntar la hora y le susurro: son las tres y cincuentaiocho – ¿qué hora? – repregunta….. y en un arranque de euforia le dije ¡TE AMO! (no me acuerdo si se lo dije verbal o mentalmente, la cuestión es que se lo dije).

Ella se fue. Se bajó en “La Colmena”. La seguí con la mirada a través de la ventana hasta donde mi cuello lo permitía. Pasé un poco de saliva. Discretamente me paso la mano por los ojos. Me acordé del examen de Matemáticas IV y de los 11 folletos, 3 libros y mi cuaderno que había visto todo la madrugada; escuché al cobrador decir “¡último paradero señores!”…

Y a pesar de todo, me volví a perdonar la vida…..

lunes, 6 de agosto de 2007

Carta de un jefe de mantenimiento a su esposa

Son las ocho y media y estoy reunido con mis trabajadores en el Taller.... y suena mi celular, eres Tú... me preguntas como estoy... ¡claro que estoy bien!, ¿no nos acabamos de despedir en la casa hace hora y media?... Hago la reprogramación de los trabajos que no pudieron culminarse ayer, y empiezan a perifonearme para que me acerque a Sala de Operaciones, hay una lámpara cialítica que no prende y un lavatorio que se ha atorado... Bajo a la oficina y prendo la computadora para actualizar el listado de órdenes de trabajo de mantenimiento y chequear el porcentaje de atención de requerimientos... y veo un e-mail tuyo con un “te amo”... ¡caramba! Eso ya lo sé... pero no veo en mi buzón la cotización de reparación del quemador del caldero... Me llama el vigilante para decirme que acaba de llegar una comisión de Defensa Civil para verificar las condiciones de seguridad de la clínica, y un ingeniero de la Dirección de Hidrocarburos para.... suena otra vez mi celular... otra vez Tú.... y a la vez el dueño me llama al nextel... obviamente prefiero contestarle a éste primero.... paralelamente un trabajador me dice que hay un problema en el Tomógrafo.... pero corro a la azotea a ver qué pasó con la bomba de vacío puesto que de Urgencias gritan por el nextel para reclamar por la succión que no está funcionando... De Ecografía me informan que no enfría el equipo de aire acondicionado, pero no se dieron cuenta que estaba en OFF, a pesar del letrerito que puse... Me interrumpe un mensaje de texto en mi celular: “Te extraño”... “¡Yo también!”, te respondo telepáticamente... Me dirijo ahora a verificar los trabajos en la repotenciación del Tablero eléctrico T-41, y en el camino me encuentro con la Directora de Enfermería y me exige que repare la Autoclave, respondiéndole que hablaré nuevamente con la gerencia de finanzas para que apruebe la propuesta elegida... y me perifonean para que llame a la central telefónica, eres Tú, para preguntarme cómo estoy... y con cólera te digo “¡excelente!”... y una secretaria me amenaza con acusarme a la Gerencia General si no le mando a colocar inmediatamente una chapa en el cajón del escritorio que ella mismo malogró en la mañana... y siento que va a estallar mi cabeza... salgo un rato a la farmacia y me compro dos Tonopan y me las tomo con un poco de saliva de regreso a la oficina, y tipeo un informe sobre el estado de los equipos de radiología, y los requerimientos a Logística para las actividades de la Programación de Mantenimientol, y reviso los pedidos que no han sido atendidos para la ejecución de los trabajos... Oscurece, murió el crepúsculo, mi corazón está agitadazo... voy un rato a la azotea y me imagino escuchar “Garota de Ipanema”... Lloro un poco, no sé porqué... Llueve un poco y me mojo... Bajo a dar un último recorrido por las estaciones de enfermería... Ya es hora de regresar a casa... a sentirme como un Rey fiel, como tu esposo... No tengo tiempo para sacarte la vuelta... y no tengo tiempo para no amarte.