En
el colorido stand
donde
Ken con otra sueña,
al
tocar tus manos siento
que
no existe lo imposible:
Puedo
ser un astronauta,
un
espíritu visible,
un
huracanado viento…
puedo
detener el tiempo,
convertirlo
en una pauta,
agarrar
el infinito,
y
de lejos, una flauta
operarla
con suspiros…
Al
tocar tus manos siento
que
la tristeza no existe,
aunque
parezca estar triste,
siento
orgasmos en mi alma,
suspirando
y suspirando…
Siento
todo el Universo
en
la palma de mi mano
y
hasta Dios se me aparece
sin
hacer ningún esfuerzo
y
la Eternidad se ofrece
muy
concreta en ese instante…
Al
tocar tus manos siento
que
mi pecho se energiza
y
hasta estallo de contento
entre
lágrimas y risas…
Al
tocar tus manos siento
la
alegría de la Vida,
del
pecado el fuego lento
por
tus manos, se me olvida…
¡Déjame
apretar tus manos!
siento
allí la Humanidad
hallo
allí la Eternidad,
aunque
sé que será en vano:
Ken
me ha dicho que soy Real!...
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