nada hice en mi letargo,
mi dolor fue más que amargo
y mi agua….fu mi sed.
A mi alrededor yo ví
a las que en silencio amaba,
para otros entregadas,
pareciendo que de mí
ellas burlarse querían,
¡pero sólo me mataban!...
Me notaba al despertar
que seguía como ayer:
sólo abstracta esa mujer
que amor me podría dar...
Y tan triste situación
parecía sin final
y hasta ya llegué a creer
que ese era mi destino
que si aquel amor no vino
fue porque Dios lo quiso así…
Después quise concretar
esos sueños tan secretos
y a mujeres suculentas
me atreví a manosear…
y tan fácil que eso fue
que,
de hacerlo en demasía,
no quedaba fantasía
y vacío me quedé…
Comprendí que no es la carne
la que satisface todo,
ví que estaba errando el modo
de matar la soledad…
De soñar ya me cansé,
mas, ya descansado un rato,
si es que ahorita no me mato...
¡ a soñar yo volveré!
No hay comentarios:
Publicar un comentario