Tengo una hoja encima de la mesa
podría usarla para limpiarla,
o convertirla en abanico….
Tal vez haga un avioncito
y lo tire por la ventana,
o quizás apunte en ella
mis gastos de la semana,
de repente con su filo
cortar pueda mis venas….
o la convierta en servilleta
o me la lleve al baño
o no me sirva para nada….
Está encima de la mesa
y me llora a carcajadas,
parece un pañal de bebe
o una lápida sagrada….
Garabateo en ella mis planes de mañana:
“Decir lo que se siente”….
Y arrugo la hoja,
Y se convierte en una bala….
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