Ayer, mientras platicaba con mi media naranja los acontecimientos más banales del día luego de la larga jornada laboral, y mientras me sacaba algunos conejos de los dedos de mis pies, suena el teléfono. Mi flaca contesta e inmediatamente responde, no señor, no es Radio Capital, se ha equivocado. Seguimos rajando del resto del mundo cuando a los pocos segundos nuevamente suena el teléfono, mientras yo eludía con el control remoto los avisos publicitarios de la TV…. Caray, nuevamente el tipo que pregunta por Radio Capital, dice mi esposa, colgando el aparato ofuscada…. Si vuelve a llamar lo mando a rodar a ese estúpido, dijo…. Claro, claro, le dije…. Y en eso, otra vez suena el teléfono…. Me tocaba responder a mí ahora, y con la certeza (corroborada luego) de que se trataba del mismo tipo que confundía el número telefónico de mi casa con el de Radio Capital, decido seguirle la corriente al loco que llamaba, y al levantar el teléfono digo con voz radial (y en manos libres para que escuche mi esposa): - ¡Radio Capital!, ¡Buenas Nooooches!, ¡está al aire!… - Estoy al aire? – Dijo el loco nerviosamente- , por fin me contestan, me habían negado dos veces, gracias, gracias…Radio Capital, no? - Sí señor, desde la capital Lima…cuál es su opinión sobre lo que estaaaamoooosss trataaandoooo? - Bueno, yo he sido deportista en mis tiempos, y de los buenos… fíjese que supere la marca de siete metros en salto largo… - De un solo salto o en varios pasitos? - Nooooo!!!!.... de un solo salto …. Ja, ja, ja……además en salto alto llegué hasta el metro ochenta….(aclaró orgulloso el señor, que debía tener unos setenta y cinco años….) - Asssu…. Sus hijos deberían pertenecer a la selección nacional de fútbol, para que uno con gusto vuelva a ver los partidos por TV… - Claro, tengo varios hijos, pero todos son profesionales a carta cabal… Y así continuó el diálogo “al aire”, y el señor ya me inspiraba ternura… Al despedirme, agradecí la participación…. El señor deseó éxitos a mi programa. En un primer momento nos sentimos mal mi flaca y yo, por haber engañado a un señor solitario….pero comprendimos que quizás habíamos hecho feliz a un pobre señor abandonado que tal vez ya no converse con sus hijos, ocupados todos en sus acciones a carta cabal….¡Radio Capital! ¡Buenas Noches! (Aclaración: Compruebo luego en la guía telefónica que mi número de teléfono coincide en seis números con el de Radio Capital)